Roma pasó de ser una aldea de pastores en la Italia Central a ser el centro de un imperio que controlaba la mayor parte de Europa Occidental. La expansión se basó en la disciplina, la virtud y la habilidad militar. Los romanos combatieron en muchas guerras siglo tras siglo antes de poder consolidar su imperio y exportar tanto su modo de vida como su tecnología a todas sus provincias.
LA EXPANSIÓN HASTA EL IMPERIO
Tras tres largas guerras llamadas las púnicas Roma sólo se pudo hacer con el control del Mediterráneo.
Estructura y cadena de mando del ejército
El ejército se encontraba dividido en 28 legiones constituidas por 5.000 soldados aproximadamente.
La tecnología militar que utilizaban estaba formada por una catapulta romana, la cual podía arrojar piedras o flechas por encima de las defensas de cualquier enemigo.
Los romanos tuvieron que reclutar soldados en los países conquistados, ya que poco a poco el imperio romano iba ampliándose, Dichos auxiliares podían convertirse en ciudadanos romanos después de que estuvieran 25 años de servicio.
La táctica romana se basaba en que los soldados que avanzaban formaban un testudo, es decir, la forma del caparazón de una tortuga, una formación en la que se cubrían con los escudos para protegerse de las flechas o del aceite hirviendo.
Kruger, A. & Shaw, G. (1995). Qué es qué. Madrid: Santillana, S.A.
El ejército se encontraba dividido en 28 legiones constituidas por 5.000 soldados aproximadamente.
La tecnología militar que utilizaban estaba formada por una catapulta romana, la cual podía arrojar piedras o flechas por encima de las defensas de cualquier enemigo.
Los romanos tuvieron que reclutar soldados en los países conquistados, ya que poco a poco el imperio romano iba ampliándose, Dichos auxiliares podían convertirse en ciudadanos romanos después de que estuvieran 25 años de servicio.
La táctica romana se basaba en que los soldados que avanzaban formaban un testudo, es decir, la forma del caparazón de una tortuga, una formación en la que se cubrían con los escudos para protegerse de las flechas o del aceite hirviendo.
Kruger, A. & Shaw, G. (1995). Qué es qué. Madrid: Santillana, S.A.
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